domingo, 19 de agosto de 2012

El peligro de 'jugar' con potenciadores sexuales

Crece entre jóvenes la tendencia a usar pastillas para disfunción eréctil aunque no las necesiten.

Es ingeniero, tiene 26 años, una vida tranquila y una pareja estable desde hace un lustro.

Aunque no padece ningún problema sexual, pide que no se mencione su nombre. Lo hace porque le da vergüenza reconocer que se dejó llevar por la moda de consumir potencializadores sexuales para no fallar en el sexo y dejar una imagen de 'superhombre' en la cama.

Lo paradójico es que una investigación de la Universidad de Texas con 1.207 universitarios, tanto consumidores de medicamentos para la disfunción eréctil por razones médicas como aquellos que lo hacen solo por fines 'recreativos', encontró que ambos grupos registraron erecciones similares.

La gran diferencia está en que los segundos mostraron menores niveles de satisfacción sexual, asegura el estudio, porque la dependencia sicológica de medicamentos como Viagra, Cialis y Levitra -que al producir vasodilatación mejoran la erección- les hace pensar que sus erecciones 'sin ayuda' son de menor calidad, lo cual, los acompleja.


El fenómeno no es nuevo. "Los jóvenes se autoprescriben desde que esas pastillas aparecieron, pero hace unos cinco años, cuando se popularizaron, la tendencia se hizo mucho mayor", dice la médica sexóloga Nereyda Lacera, de Profamilia.

Jaime Calderón, cardiólogo y cirujano cardiovascular y vicepresidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, va más allá: "Por lo general, el uso de estos fármacos entre jóvenes está asociado con el consumo previo de sustancias psicoactivas y alcohol, que deprimen la libido y generan un mal desempeño sexual.