jueves, 30 de agosto de 2012

Hallan gen de la felicidad en las mujeres

Un nuevo estudio encontró un gen que parece hacer felices a las mujeres, pero... no aplica en hombres, lo que explicaría por qué ellas parecen a veces más felices, dijeron los investigadores.

Científicos de University of South Florida (USF), National Institutes of Health (NIH), Columbia University y New York State Psychiatric Institute reportaron que la expresión reducida de una forma del gen monoamina oxidasa (Maoa) está asociada con un mayor autorreporte de felicidad en las mujeres.

“Es el primer gen de la felicidad en mujeres”, según Henain Chen, cabeza del estudio, profesor en el Departamento de Epidemiología y Bioestadística en USF College of Public Health.

Es llamado el gen guerrero por algunos científicos, pero al menos para las mujeres, nuestro estudio muestra el lado bueno del gen”.

Si bien ellas experimentan tasas más altas de desórdenes por ansiedad y mal humor, tienden a reportar una mayor felicidad en la vida que los hombres.

La razón no está clara. “Este hallazgo puede ayudarnos a explicar la diferencia de género y proveer más información sobre el vínculo entre genes específicos y la felicidad humana”.

Los investigadores analizaron datos de una muestra de 345 individuos, 193 mujeres y 152 hombres, cuyo ADN fue analizado para ver la variación del Maoa y el reporte de felicidad de cada uno fue medido con una escala de uso generalizado.

Tras controlar varios factores, de edad a educación e ingresos, se encontró que las mujeres con bajos niveles de expresión del MAOA eran mucho más felices que los demás.

Comparadas con mujeres sin copias de la expresión reducida, las mujeres con una copia marcaban más alto en felicidad y aquellas con dos copias tenían un puntaje mucho mayor inclusive.

Y mientras un número apreciable de hombres portaban una copia de la versión feliz del gen Maoa, reportaron no ser más felices que quienes carecían de ella.

Quizás ellos sean más felices en la adolescencia, cuando los niveles de testosterona son más bajos, especulan los investigadores.